Ed Sulliband


domingo, 25 de mayo de 2008

EL PRINCIPIO DEL FINAL


Y tus ojos me miraron,
cual esferas de penumbras,
Anunciando tu partida…
Te irías lejos.
Muy lejos,
…muy lejos…

Una lluvia de lamentos
Me desgarran la garganta.
Ángeles nocturnos
Que no tienen esperanza.
Se me acercan, me golpean.
Se alimentan de mi sexo
Me violentan y se alejan
Yo extasiado me pregunto
¿Dónde queda el fin del mundo?
Si no hay vida tras los muros
Que ensangrientan mi murmullo.

El filo de la espada me acaricia la esperanza
¿Se detendrá en algún momento?
Duele, es una tortura larga y penosa
Que dura hasta que te pierdes de vista.

Entonces el filo empuja
Y penetra en mi carne,
Putrefacta de tanto martirio,
Oscura de tanta cordura.

Adiós, bella dama de mi lamento.
Nívea princesa de la noche eterna.
Mil días lloraré tu partida…
…Eternamente moriré sin tu vida.

Versículo segundo de "Las crónicas de un final"

Sorcerer´s Knight

5 comentarios:

Yessi dijo...

Una despedida siempre causa gran tristeza, pero hay despedidas que se cuelan hasta el alma y nos aniquilan lentamente.

Abrazos.

Monica V. Dusset dijo...

Hola Bloguero desconocido, te voy a llamar "M". Tengo la mala costumbre de no revisar los comentarios en mi blog y hoy sin querer descubrí uno tuyo, Te agradezco el comentario. Mi blog es http://www.comunicacionyliteratura.blogspot.com//
Saludos desde Resistencia
Mónica

Matías dijo...

debo reconocer que la primera parte me sacudio de mi silla, realmente me gusto (hablo de la primera parte), al resto del poema le perdi el hilo...

Steki dijo...

Hola, MNA, aquí vengo a leerte.
Yo tengo una idea muy personal del escribir: todo es válido mientras salga del corazón. Después se va perfeccionando a medida de que vayas leyendo a otros que escriben maravillosamente y con un buen estilo.
Yo estoy en la etapa del corazón, del aprendizaje.
Gracias por pasar por mi blog.
BACI, STEKI.

Jesus Dominguez dijo...

Me gusta tu blog. Volveré.

Un saludo

Jesús Domínguez